sábado, 20 de septiembre de 2008

Mahti y Leo

El otro día estaba algo aburrida de tanto estudiar y pensar solo sobre los pueblos precolombinos de aqui y alla, aun que me encanta eso (obvio, por algo lo estudio,no?) asi que me puse a escribir cosas, versos, algunas mini historias y pues hoy decidi poner una de las cosas que he escrito, para variar nunca se que titulo usar, pero ahi va de quienes se trata la historia... Reconosco que no la encuentro muy buena pero me gustan las criticas... y si sienten que falta...es cierto



Aquella mañana se levanto dispuesta a decirle todo lo que sentía. Llevaban dos años siendo amigos y mientras más se conocían, más cercanos se hacían, sin quererlo Matilde se fue encantando con Leonardo, el problema: era su mejor amigo, pero ya no lo podía aguantar más…

-¡Matilde! ¿Qué pasó? Sonabas apurada por el teléfono- la saludó. Ella le respondió con una sonrisa tranquilizadora, mientras le saludaba como de costumbre.

-No pasa nada Leonardo, te dije que no era nada grave.- Le dolía el estomago, su nerviosismo se hacia sentir como cada vez que lo veía. Se sentaron en el pasto. El ambiente era totalmente agradable, un radiante sol se posaba en lo alto del despejado cielo azulado y un suave viento acompañaba la tarde. Se miraron detenidamente a los ojos, en completo silencio, silencio que fue interrumpido:

-Leo… ¿Quién es esa chica que tanto te gusta?- Bajo la mirada y luego lo siguió viendo.-No es que te haya pedido que vinieras hasta aquí sólo por ello, es simple curiosidad, siempre nos hemos contado todo, pero por mas que te pregunto, no me has querido decir quien es la chica que te gusta.

-Estas intrigada, ¿eh?- Leonardo bromeó, pero ella simplemente sonrió sin dejar de mirarlo en completo silencio, durante el cual se miraban, como si ambos supieran lo que estaba pasando, pero ni uno se atreviera a verbalizar lo que sus ojos reflejaban, lo que sus corazones sentían.- Eres tu Mathi… desde un tiempo hasta ahora me he dado cuenta de lo mucho que tenemos en común, de lo bien que lo pasamos juntos que eres una mujer encantadora, aunque eso ya lo sabía.- Leonardo tomó la mano de Matilde, la acarició; cuánto estuvieron así, sencillamente acariciándose, mirándose, pudieron ser sólo algunos minutos o quizás varios , en los que aparentemente no se decían nada, pero cada una de sus miradas, de sus gestos lo decían todo.

-Me gustas mucho.- Dijo al fin Matilde. Se abrazaron

-¡Ay! Mathi no sabes el alivio que me provocas, amarte en secreto ha sido una agonía muy larga, quería decírtelo pero… no me atrevía, nunca sino hasta ahora.- Acarició su mejilla con tierna dulzura. Ella lo miraba radiante. Ahora se podía respirar amor con total certeza. Se besaron, larga, intensa y apasionadamente, como si la vida se les fuera en aquel beso.

-¿Quieres ser mi novia?

*************

-Leo me traes nerviosa, no has pronunciado una sola palabra desde que salimos de casa, y has estado muy extraño.- Caminaban por la calle mientras se acercaban a un pequeño parque. Se detuvo en seco y la miro fijamente a los ojos mientras sujetaba sus manos.

-Tenemos que terminar.- Habían pasado cerca de dos años desde que Leo le había propuesto a Matilde que fuera su novia, años de puro amor, intensa compañía y pequeñas típicas discusiones, pero lo que sucedió aquella tarde fue lo más difícil de afrontar. Entro a su casa corriendo, directo a su cuarto y se encerró a llorar, triste y desconsolada… sola. Sentía como esa soledad le invadía poco a poco y el hecho de no entender porque habían sucedido así las cosas la descontrolaba aún más. Leo simplemente había terminado con ella, apelando a que ya no sentía nada por Mathi, aunque sus ojos, no reflejaran aquella triste aseveración.

Sonó el teléfono y una hora más tarde Matilde se encontraba en la sala de esperas del hospital. Durante 4 meses no había sabido nada de Leo, no se habían vuelto a escribir, leer o llamar, simplemente dejaron que las cosas tomaran su propio curso alejándose lo más que pudieran el uno del otro, pero recién, en el instante de aquella llamada telefónica, Matilde comprendió porque Leonardo había terminado con ella. Se sentía tonta por haber odiado al hombre que más había amado en su vida, tonta por el solo hecho de creer lo que los labios de Leo quisieron decir y no lo que sus ojos le gritaban, tonta por estar ahí de pie, sin poder hacer nada… Tras 8 largas horas de espera, Mathi entró a ver a Leo, lo miro detenidamente y le abrazo.

-No quería que me vieras así, por eso yo…
-Te Amo
- Te Amo

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola...

Jeje si se puede comentar.

Al menos yo puedo.

Oye...que le paso a Leo?

Unknown dijo...

que onda barbiee???

A Poco escribes??
no sabia,
so, se te da muy bien eh?
bueno bueno ya pase por aqui emm creo que es todo jojo nos vemos!

P.D. maldición!!! no se porque pero antes no necesitaba poner el CAPTCHA y ahora si ¬¬

Arundhel dijo...

Buena historia y grcias x pasarte a miblog

si pues NECESITO AUMENTO DE SUELDO

nos veremos en los foros